El pueblo, situado a la entrada del departamento del Gers, es una etapa en el camino de Santiago de Compostela.

La antigua comandería, imponente, fue testigo de la actividad de los antonianos que permanecieron durante más de 600 años en el pueblo. A este pueblo medieval se accede por la antigua puerta de la ciudad, y a la iglesia por un pórtico románico con un arco polilobulado: ¡una verdadera maravilla!